Quién es quién en la Iglesia

La vocación cristiana tiene su origen en el sacramento del Bautismo:
Hemos llegado a ser
“partícipes de la naturaleza divina” (2 P 1, 4)
y miembros del pueblo de Dios,
por haber creído en su Palabra
y haber sido bautizados.
(Regla de Vida, artículo 2)
Todos participamos de la vida de Dios; somos sus hijos y quiere que seamos plenamente felices. Al ser bautizados, recibimos una triple misión: reyes, sacerdotes y profetas.
Lo propio de los reyes, es extender y fortalecer el reino; en nuestro caso es un Reino espiritual y por tanto lo acrecentamos viviendo los valores: la paz, la justicia, el amor, la verdad, el bien, etc.
Lo característico del sacerdocio: es ofrecer dones a Dios. Nosotros entregamos y hacemos por Dios: el trabajo, el tiempo de descanso, la relación con los otros, lo que nos cuesta, el estudio,… la vida.