Semanas de Convivencia en Villa Gral. Belgrano

Durante el mes de febrero, hemos tenido la posibilidad de compartir tres semanas de convivencia con jóvenes en Villa General Belgrano. En cada semana trabajamos con un grupo diferente, compartiendo la oración, la eucaristía, temas de formación, paseos (caminatas) y la vida cotidiana de la comunidad. Para los jóvenes es un tiempo en que pueden profundizar su encuentro personal con Cristo y en el que, junto a la experiencia de la fraternidad, pueden llegar a percibir y valorar cómo son acompañados por el mismo Jesús en su caminar. “En el camino hablaban sobre lo que había ocurrido. Mientras conversaban y discutían, el mismo Jesús se acercó y siguió caminando con ellos” (Lc 24, 14-15).

Todas las actividades tuvieron como objetivo generar un clima para suscitar en el joven la pregunta vocacional: ayudar a profundizar el discernimiento sobre cuál es la voluntad de Dios para su vida. Creemos que al dar el espacio a los jóvenes para discernir su propia vida, pueden llegar a preguntarse por una opción de vida como hermano. “Crear un clima propicio para que los jóvenes puedan oír si la voz de Dios les llama a entregarse en un estado de vida específico en la Iglesia: laico comprometido, sacerdote, misionero, religioso o, más concretamente, Hermano del Sagrado Corazón” (Guía de Formación 25).

También es un tiempo para compartir en profundidad nuestro estilo de vida de hermanos. Por medio de las conversaciones habituales, los jóvenes van preguntando las dudas que tienen sobre nuestra vida y nosotros tenemos la posibilidad de compartir con ellos nuestra experiencia al interior de la comunidad. “El Dueño de la mies nos pide la colaboración en el despertar de vocaciones. Por la oración, la transparencia y el dinamismo de nuestras vidas, así como por la invitación personal dirigida a los jóvenes, podemos suscitar el deseo de adherirse a la persona de Cristo en nuestro Instituto” (RdV 175).

Este 2019 es el tercer año que tenemos la posibilidad de realizar estas semanas de convivencia y tenemos el ánimo de continuar con ellas. Por esto, invitamos a todos los hermanos que conozcan y tengan contacto con jóvenes ya egresados del secundario y que estimen convenientes para invitarlos, que se contacten con nosotros. Así, juntos, podremos ir dando vida a la invitación que nos realiza el último capítulo general: “La pastoral vocacional es una responsabilidad que incumbe a todo el Instituto. Cada entidad debe asumirla como una prioridad; cada hermano debe implicarse en ella, personal y comunitariamente, mediante la oración, la invitación explícita y el testimonio de vida, los tres aspectos son necesarios” (36° Capítulo General).

Al Corazón de Jesús encomendamos cada uno de nuestros anhelos y proyectos.

Por el Equipo de Formación: Hno. Leonel Cárdenas