Los hilanderos del tiempo. Con motivo del Bicentenario Corazonista
Atronadora, la voz,
irrumpe en el sur de Francia,
portadora de la gracia
que todo profeta lleva.
No le da tiempo a la espera
porque le apremia la infancia.
El profeta de Lyón
tiene un mensaje que dar.
No le alcanza predicar.
Sabe que solo no puede
construir lo que pretende
en su servicio de amar.
Andrés camina y camina
por las cárceles y calles,
asumiendo aquellos males
que ocupan su corazón.
Arrecia con su tesón
del Pieux Secours los portales.
El mensaje se hace grupo,
el grupo se hace fraterno.
Los hilanderos del tiempo