Espacio para compartir: Hno. Andrés
Aquellos que conocen al Hermano Andrés Mercier ven en él a una persona que da testimonio de su vida consagrada a través de muchos pequeños servicios y momentos personales de oración. Es un hermano que se interesa por el Instituto, que lee mucho, que habla de esperanza y que ha escrito poemas (me autorizó a publicar uno).
Un dato interesante: Andrés es el “segundo decano” de nuestra Conferencia de América Latina y España; le precede el Ir. Augusto, de Brasil, aunque ambos tienen la misma edad: 97 años.
UN ÁRBOL CENTENARIO
Un árbol centenario parece viejo: un error.
No conocemos sus entrañas, ni su corazón.
Ramas secas: sí, hace mucho tiempo que dio todo.
Poco follaje: ¿para qué la vanidad?
Un poco de ozono es todo lo que necesita.
Sus heridas están ahí, pero sanas.
Su cuerpo nudoso y arado,
es un título de nobleza para todos a su alrededor.
Su discurso silencioso dice más de tormentas y atardeceres
que de mañanas frescas.
Y su presencia sostiene el panorama.
Mirarlo es ver la espalda de Dios,
es alimentar un gran deseo,
es adivinar y contemplar un secreto ilegible,
es suspirar al cielo,
es mirar hacia arriba, sin el paso del tiempo.
Significa decir “sí”,
Significa “gracias”.
Significa decir “otra vez”.
Abraham, Matusalén, Ana, María:
Bendigan a Dios, bendígannos.
Amén, Aleluya.