LOGO Y LEMA 2024
QUEREMOS DESPERTAR TU ESPERANZA
El año 2024 estará marcado por un nuevo Capítulo General que brindará una orientación a todo el Instituto para los próximos seis años. Dado que ya hay un logo y un lema para tal evento, no hemos querido añadir otros más para la Provincia, sino sumarnos a lo que se nos está proponiendo a nivel general. Por ese motivo:
- El LOGO de 2024 el mismo del Capítulo General, en formato circular, y fue diseñado por el Hno. Alexander Chica de Colombia.
o El amarillo representa la luz, Dios, el Padre. Es la luz cálida del sol que siempre nos acompaña. Es la fuente de toda la vida en la Tierra.
o El blanco es la plenitud de la luz. Es el corazón de la persona que se ensancha cuando se llena del amor de Dios. Ese corazón se abre al infinito y difunde la alegría del Espíritu Santo.
o El azul es la parte más oscura del logo. Representa las sombras en las que a veces nos vemos inmersos, pero de las que debemos liberarnos por el poder de la resurrección de Cristo.
o El verde es la mezcla de amarillo y azul. Pertenece unas veces a las realidades divinas y otras a las del mundo. Dios se hizo humano para nuestra salvación. Jesucristo es nuestra esperanza.
Pareciera que el logo nos muestra que tanto los hombres como la naturaleza, iluminados por la luz divina, miramos y queremos ir hacia el blanco, es decir hacia la plenitud, donde el Espíritu Santo, en forma de paloma, nos muestra el camino del infinito.
En las figuras humanas hay una un poco más grande que la otra (y ubicada detrás de la otra) que señala el Corazón de Jesús, esto puede ser una representación de nuestro rol como educadores.
- El LEMA, por su parte, es muy parecido, pero no idéntico, al del Capítulo General. Para el Capítulo se propone la frase de Andrés Coindre: “Quiero despertar vuestras esperanzas”. Nosotros, como herederos suyos, nos adueñamos de esa intención y por eso podemos decir a cada niño, adolescente, docente o persona que se acerca a nosotros: “Queremos despertar tu esperanza”.
A la vez, hemos elegido “esperanza” en singular, pues todas nuestras múltiples esperanzas al final encuentran su unidad y cumplimiento en una sola: Cristo.
