Misión de invierno en Uruguay
- comunicacion209
- 16 ago 2023
- 2 Min. de lectura
”Hola! Mi nombre es Julieta y fui parte de la misión de invierno 2023 en Empalme de Olmos. Fue mi primera experiencia como misionera ya que me unà al grupo hace un par de meses, pero también soy nueva en la familia Corazonista.
Desde el primer momento que conocĆ al grupo me hicieron sentir parte de Ć©l, como que los conocĆa de siempre. Ni hablar que durante la misión los lazos se volvieron mĆ”s fuertes y conocĆ un poco mĆ”s a cada uno. Eso solo hizo que me sintiera mĆ”s contenida, comprendida e identificada con cada uno. Es un grupo hermoso lleno de sensibilidad, emoción, generosidad, empatĆa y mucho amor para dar. Pero lo mĆ”s lindo es la fe que los mueve a ser estas hermosas personas.
De la misión, ĀæquĆ© decirles?, fue una experiencia increĆble. Ver la solidaridad de la gente y el cariƱo que le tienen a los misioneros; desde que llegamos a Empalme ver que nos esperaban con la estufa prendida y nos dejaban mucha leƱa para que estuviĆ©ramos calentitos; ver que se ponĆan a la orden por cualquier cosa que precisĆ”ramos; ver que nos abrĆan las puertas de sus hogares para poder ducharnos, compartir un rato con ellos y, en mi caso, conocerlos⦠Tanta alegrĆa y la calidez me hizo sentir como en casa.
El sĆ”bado, en la actividad con los niƱos, me llenó de alegrĆa ver tantos y tan comprometidos en los juegos y en las reflexiones que hicieron; encontrarlo a JesĆŗs en cada uno de ellos y ver cómo, desde tan chicos, ya lo tienen tan presente.
La experiencia del retiro del domingo fue divina, porque pude conocer mÔs a fondo la realidad y la historia de algunas personas del lugar. Conocà cómo Jesús los acompañó y les dio fuerzas para salir adelante en sus adversidades con la fe gigante que les llena el corazón y los mueve.
Lo mĆ”s importante fue comprender que los misioneros ayudaron a que hoy esa comunidad sea eso, una comunidad que ama a JesĆŗs y que se mueve guiada por Ćl. Yo no pude ser parte del proceso, pero ver los resultados fue lo mĆ”s increĆble porque la comunidad los quiere y les agradece, Ć©se es el tesoro mĆ”s grande.
Por mi parte, los momentos mĆ”s significativos y movilizantes fueron las oraciones de la maƱana y la noche. Esos encuentros de frente con JesĆŗs que me hicieron encontrar la fe en cada uno de los momentos de la misión y hasta en mi dĆa a dĆa. Fue encender mucho mĆ”s la llama de la fe en mi corazón y fortalecerla.
Sin duda la misión era algo que no sabĆa que necesitaba pero que me movió todas las estructuras y me hizo confirmar completamente que los planes de Dios son perfectos.
Julieta Curbelo
Montevideo




























