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Una visita a nuestra Casa General

Acabo de terminar una estadía de diez días en la Casa General de los Hermanos (en Roma) y quisiera compartir mi experiencia, porque pienso que puede ayudarnos a descubrir o redescubrir qué es eso que nos hace ser Corazonistas. Ese carisma, esa identidad de esta familia religiosa, parecida a muchas otras, pero única a la vez.


Todas las congregaciones religiosas de la Iglesia católica tienen una “casa general”, que es el lugar donde residen los religiosos o religiosas que han sido elegidos para gobernar dicho instituto, es decir, el Superior o Superiora general y su Consejo.


Nuestra primera Casa General estuvo en Lyon, donde nació la congregación. A los pocos años se mudó a una propiedad llamada Paradis (“Paraíso”), también en Francia, donde fue Superior general por primera vez un Hermano: el Venerable Hermano Policarpo. Allí permaneció hasta que en torno al año 1.900 las congregaciones religiosas fueron expulsadas de Francia por una ley que pretendía diezmar o directamente eliminar a la Iglesia católica.


Entonces la Casa General se mudó al norte de España, a Rentería, donde permaneció hasta que a mediados del siglo XX fue trasladada a su actual ubicación en Roma. Este último cambio se debió a que el Papa solicitó a los institutos religiosos trasladar sus casas generales cerca del Vaticano para agilizar la comunicación con la Santa Sede y también como signo de comunión en la Iglesia. La actual Casa General se encuentra en una zona de casas-quinta en Roma, donde también se ubicaron otras congregaciones tanto masculinas como femeninas.


Al llegar impresiona la casa por su tamaño y su jardín. La construcción tiene un aire noble: aún sin lujos ni adornos externos presenta un estilo señorial. El interior es similar: es una casa grande y con espacios bien organizados, pero no es ostentosa ni tiene lujos en su mobiliario.


Es grande porque es un lugar de encuentro. No sólo es el lugar de residencia y trabajo del Superior general y su Consejo, sino que es la sede de muchas actividades del Instituto, que convocan a Hermanos de todas partes del mundo: Capítulos generales, reuniones de Provinciales, sesiones de Hermanos que preparan sus votos perpetuos, sesiones de formación, reuniones de comisiones… es una casa grande porque es la casa de todos.