Entrevista con el Superior General
El Hno. José Ignacio Carmona ha sido Superior General del Instituto de Hermanos del Sagrado Corazón desde el año 2006 y pronto dejará este cargo. El 29 de abril próximo comenzará en Roma un nuevo Capítulo General, que tendrá que elegir a su sucesor, dado que él ya ha cumplido dos mandatos de seis años cada uno y no puede ser reelegido nuevamente.

El Hno. José Ignacio es de origen español, aunque antes de ser Superior General se desempeñó muchos años en Colombia, en diferentes funciones. Al aproximarse el fin de su mandato quisimos hacerle esta entrevista a modo de evaluación de este período de doce años de su vida. 1) Cuéntanos brevemente cómo te sentiste al ser electo Superior General en 2006 y reelecto en 2012. Aunque a algunos les pueda parecer extraño, de ninguna manera me esperaba ser elegido Superior General en el año de 2006. En los primeros días del Capítulo, un hermano se me acercó y me preguntó si yo aceptaría quedarme en Roma. Le respondí, con toda sinceridad, que esa posibilidad no entraba en mis planes. Que yo esperaba regresar a Colombia y continuar allí mi misión. Después de este hermano, se me acercó otro, con la misma pregunta. Y después otro. Y después… Entonces llegué a pensar que el Capítulo podía pedirme quedarme en Roma. Sentí pavor y comencé a temblar. No me sentía capaz de asumir esa responsabilidad. Durante varios días estuve demasiado preocupado. Hasta que al final me dije: “durante toda mi vida he hecho lo que los hermanos me han pedido; siempre he visto la voluntad de Dios en el deseo de mis hermanos; que se haga lo que Dios quiera; diré sí a lo que me pidan, no confiando en mi capacidad sino contando en la ayuda de Dios y con la de mis hermanos”. Hoy, después de casi doce años, tengo que reconocer que ni Dios ni mis hermanos me han fallado. Con su ayuda hemos logrado salir adelante. Tras la experiencia de los seis primeros años, en el 2012 acepté la reelección sin tanta dificultad. 2) ¿Cuáles han sido tus prioridades como Superior General en estos doce años? Mi prioridad ha sido buscar fundamentar mi vida religiosa y la de mis hermanos sobre lo esencial. Y lo esencial es descubrir día tras día, iluminados por el Espíritu, el gran amor que Dios nos tiene y que se nos descubre sobre todo en la entrega de su Hijo, Jesús, que ha querido hacerse en todo semejante a nosotros. En Él Dios se hace humano para que todos los humanos podamos llegar a Dios y colmar en él nuestra insaciable sed de amor y de gozo. 3) ¿Cuál es la "rutina" de trabajo de un Superior General? El servicio de un Superior General es muy variado. Transcurre entre la vida en la comunidad de la Casa General y las visitas al Instituto. En la casa general los días pasan rápido: la oración, la comunicación con el Instituto sobre todo vía e-mail, las frecuentes reuniones del Consejo General para responder a las diversas peticiones y asuntos, la relación con otros institutos de vida religiosa y con el Vaticano, la relación con la comunidad de hermanos italianos y con el colegio “Istituto Cristo Re”, etc. No hay tiempo para aburrirse. Otro capítulo importante son las visitas al Instituto. En los primeros seis años visité todos los lugares de cada uno de los treinta y dos países en que el Instituto está presente. En algunas de esas visitas acompañé a hermanos del Consejo General para realizar las llamadas visitas canónicas u oficiales. En estos últimos seis años he destinado también unas dos terceras partes del tiempo a visitar el Instituto. En este período he realizado más visitas canónicas que en el anterior, acompañando a hermanos del Consejo. 4) ¿Cómo ha sido trabajar con tus consejeros en este tiempo?
Debo decir, para empezar, que yo no elegí a los miembros del Consejo General. En las dos elecciones, una vez que fui elegido, algunos hermanos capitulares me preguntaron: “¿Con quién quieres trabajar?” Les respondí: “Nunca elegí a los miembros de mi familia ni a los de las comunidade