Testimonios de la Sesión Internacional del Carisma 2019 (V)
Mi nombre es Juan Ignacio Murtagh, soy docente de nivel medio del colegio Sagrado Corazón de Venado Tuerto (Argentina) y miembro del Equipo Pedagógico de dicho instituto. El colegio ha sido (y sigue siendo) mi segundo hogar. Desde mis inicios escolares, pertenezco a esta comunidad Corazonista, pasando por cada una de sus aulas, participando también de grupos pastorales, hasta llegar a tener la gracia (y el compromiso) de poder educar en el nivel secundario.
A fines del año pasado tuve el privilegio de ser invitado a participar de la Sesión Internacional del Carisma del año 2019. La pregunta ¿por qué a mí?, que en un principio me aterraba y avergonzaba, terminó siendo una bendición, haciendo eco de las palabras de Jesús a Zaqueo: “Baja enseguida, pues hoy tengo que quedarme en tu casa” (Lc. 19, 5). Bajar, frenar, escuchar, compartir... Es Cristo el que nos llama.
La Sesión, vivida en la ciudad de Temperley en mayo pasado, me permitió encontrar y compartir el carisma de cada uno de los que educamos y trabajamos desde el corazón. Intercambiar experiencias, escuchar diferentes realidades, comprendiendo que es Cristo el que está en el horizonte de los hombres. Ese Padre bueno, que nos amó primero, y que nos llama y envía a transmitir su amor a los niños y jóvenes que pasan por nuestros institutos, invitándolos a compartir una experiencia real con ese Cristo que se hace hombre en el día a día, en el hermano, en el prójimo. Prójimo que no es solamente el próximo, sino aquel necesitado (en su mayoría, de amor) que nos recuerda el encuentro de nuestro fundador, el Padre Coindre, con esa realidad tan dura de su Francia del siglo XIX.
Recuperar el sentido de pertenencia, el valor de la fraternidad y el amor por la escucha. Valores que se entrecruzaron por encima de las fronteras y que demuestran que la caridad nos hermana, nos fortalece, anima y da confianza, y nos envía a la hermosa y delicada tarea de ser respuesta para el mundo. Con la mirada en la realidad y el corazón en Cristo.
